LOS DIAS FRANCOS ESTRENA EN CINES ESTE FIN DE SEMANA Tweet
No es desconocido para nadie que el sistema económico y político que impera en el mundo nos hace creer que también es necesario para desarrollarnos como seres humanos; en este sentido, buscamos constantemente tener éxito, aunque no sepamos con certeza qué significa ese concepto, ni siquiera desde una perspectiva personal. En el otro extremo se encuentra el fracaso, un estado del que muchos creen que forman parte. Bajo este dilema es en el que se encuentra Amanda, interpretada por la actriz y cantante Stephanie Salas, en su primer estelar cinematográfico.
Amanda es una actriz que en su momento tuvo una carrera muy prolífica en cine; sin embargo, esos días quedan en el olvido y el único trabajo que le da sustento es el de hacer infomerciales, pero como no logra destacarse en ellos, la despiden. Esto genera en ellas demasiadas dudas e inseguridades. De forma paralela a la crisis económica y profesional a la que se enfrenta, también debe lidiar con la frustración de no sentirse buena madre, pues por las exigencias de las jornadas laborales para poder tener ingresos, no puede tener tiempo suficiente para estar presente en la vida de su hijo de 7 años, llamado Nicolás. Amanda pierde fechas importantes, su hijo la percibe como ausente o desinteresada y parece que tampoco tiene vocación para actuar.
Para narrar este panorama, Ulises Pérez Mancilla recupera uno de los géneros cinematográficos más representativos del cine mexicano: el melodrama, aunque desde un enfoque diferente. En este tipo de filmes, quienes tenían preocupaciones de esta índole eran los hombres, mientras a las mujeres se les representaba en dilemas amorosos o como las acompañantes de hombres que finalmente conseguían el éxito.
Asimismo, durante varias generaciones se justificaba que si un hombre estaba ausente en la vida de sus hijos era porque se encontraba trabajando, no había ningún tipo de reproche o culpa, pues era obligación de las mujeres desempeñar el papel de cuidado, incluso después de que las mujeres se incorporaron al ámbito laboral o profesional, sobre ellas sigue una constante exigencia de cubrir de manera excepcional ambos papeles.
Por el contrario, en Los días francos vemos a una mujer protagonista de su propia vida, dejando de lado lo que puedan opinar de ella, pues no renuncia a sus sueños y ambiciones, ni a su desarrollo como persona por una ideal de maternidad y resistiendo a las estructuras patriarcales. Además, esta historia ofrece una reflexión acerca de la validación que constantemente nos hace dudar de quiénes somos o si somos lo suficientemente “buenos”.
Ulises Pérez Mancilla ha sido director y guionista de cortometraje como O ser un elefante (2013) y Terry (2016), tiene una amplia experiencia en el medio audiovisual y una filmografía de alrededor de 40 películas como script, por ello, Los días francos se adentra en ambiente fílmico, que en muchas ocasiones llega a ser asfixiante y demandante. Como ópera prima, esta película logra apuntalar una pauta sobre los giros que se le puede dar a la tradición cinematográfica para crear narrativas más allegadas a nuestro tiempo y realidad.