Vibraron a más no poder. Por más de 12 horas, los asistentes al Festival Zapal asentado en esta quinta edición en la Hacienda El Mimbre en Saltillo, Coahuila, fueron testigos de un derroche hedonista en el que cabía de todo, lo mismo un amplio abanico de exponentes de primer orden enfocados en diversos géneros musicales como el rap, el hip hop, el reggae, el rock, el indie, pop, reggaetón y música norteña, así como una amplia oferta gastronómica y cultural que tuvieron una excelente acogida junto a una zona holística en donde estuvieron haciendo danzas, rituales reiki y hasta sesiones de taichi, sin que el temazcal faltara, junto a una variada cartelera de lucha libre que hizo gozar a todos los que se acercaron a un ring lleno de enmascarados. Todo ello consiguió hacer de este festival algo extraordinario y muy diferente a cualquier otro, nuevamente gracias a su oferta diversa y a las diversas experiencias que el público pudo encontrar nuevamente en él.
Ni los embates del COVID que obligaron a tener dos años de pausa este festival contuvieron la euforia de miles de personas que se dieron cita nuevamente para vivir la experiencia de ver en un mismo recinto a artistas de la talla de Lalo Mora, Cartel de Santa, Kevin Kaarl, Millonario, Ghetto Kids, Camilo Septimo, Jonaz y muchos más, que con su música pusieron a bailar y a gozar en medio de un derroche de calidad y orden tanto en los horarios prometidos, como en el cuidadoso trabajo que hicieron los ingenieros que consiguieron que en todos los escenarios todos los artistas a lo largo de toda la tarde y noche sonaran sobresalientes y les permitieran brindarse para beneplácito de una audiencia que les aplaudió todo.
Desde un principio y apenas abrir las puertas a la una de la tarde, hora en la cual comenzaron a sonar artistas como Tristes jardines, Áureo, Sam Vargas, Cosmic Brothers, Efelante, Cabrito Vudú, Bruses, Grupo Balazo y Los Insurgentes, la gente se brindó con una gran efusividad, dispuestos a hacer valer la experiencia y no desperdiciar ni un solo minuto dentro de un festival que se ha consolidando como uno de los más importantes en México, precisamente por todas las actividades alternas a la música que hacen que el tedio prácticamente no exista. Vibró la gente y vibró el suelo, al ritmo de las notas de Millonario, Little Jesus, LNG/SHT, Kevin Kaarl, Carlos Colosio & Josue Alanis, Camilo Septimo y Becerros, cada quien por su lado contagiando a todo mundo.
Mientras que en el ring de lucha libre Psycho Clown y sus compañeros Rex y símbolo ya se medían contra Carta Brava, Nébula y Latino, los Ghetto Kids armaban un monumental perreo en todo el recinto, al tiempo que Marcelo Seltzer hacía lo propio con su obra "Los Viajeros Astrales" que fué bien recibido por el público. Ya más cercano a los turnos estelares, ROI, Iconocuicatl y Háwar Damico cerraban el escenario alterno, mientras en el principal Jonaz hacia sonar los himnos de Plastilina Mosh, para dejar el escenario listo para recibir a los dos pesos pesados de la noche: Cartel de Santa y Lalo Mora, que colapsaron la euforia y regalaron cada uno un set lleno de éxitos que no dejaron impávido a nadie.
Un excelente cartel en el que además se rindió homenaje a la resistencia de la Sierra de Zapalinamé, donde habita una comunidad indígena que sigue luchando por el derecho de conservar y transmitir sus tradiciones. Zapal demostró con todo ello que además de lo musical, busca transmitir al mundo la vasta cultura que tiene Saltillo, además de la parte musical que por esta noche dejó embelesados a todos. Y lo mejor con este festival aún está por venir en esta edición del 2023, que en breve será anunciada.